Todo el mundo tiene una crema o tratamiento facial favorito, pero no se puede negar que una piel hermosa comienza con nutrirla desde dentro. Las células más viejas de la piel se eliminan y reemplazan constantemente, lo que significa que un suministro constante de nutrientes es esencial para favorecer la renovación de la piel. Come el equilibrio correcto y alimentarás tu piel y la ayudarás a mantenerla suave, flexible y libre de imperfecciones.
Las arrugas y las manchas de la edad son inevitables, pero el envejecimiento también se ve favorecido los jabones fuertes, los productos químicos y una mala alimentación. La respuesta es perfeccionar su régimen de cuidado de la piel y modificar los factores del estilo de vida mientras optimiza su nutrición consumiendo una dieta variada y equilibrada que incluya frutas y verduras ricas en antioxidantes, grasas saludables provenientes del aguacate, el coco, olivas y nueces, y una hidratación adecuada.
1. Consuma un mínimo de cinco porciones de frutas y verduras todos los días.
Las frutas y verduras contienen poderosos antioxidantes que ayudan a proteger la piel del daño celular causado por los radicales libres. Estos radicales libres pueden ser provocados por el tabaquismo, la contaminación y la luz solar.
Coma un arcoíris de frutas y verduras coloridas y trate de consumir al menos cinco porciones al día. El betacaroteno, que se encuentra en las frutas y verduras de color naranja, como las zanahorias, las batatas y las calabazas, y la luteína, que se encuentra en la col rizada, la papaya y las espinacas, son importantes para el desarrollo normal de las células de la piel y para un tono saludable de la piel.
2. Obtén tu vitamina C
Necesitamos vitamina C para apoyar el sistema inmunológico, promover una piel radiante y ayudar a curar las imperfecciones. Las mejores fuentes son los arándanos, el brócoli,el coliflor, el pimentón, la guayaba, los kiwis, las naranjas, la papaya, las fresas y las batatas.
La vitamina C también es clave para producir colágeno, la proteína que forma el andamio que mantiene nuestra piel tersa y apoyada, y fortalece los capilares sanguíneos que suministran la sangre que nutre nuestra piel.
3.Consuma suficiente vitamina E
Desempeña un papel clave en la protección de la piel contra el daño oxidativo (celular) y el fotoenvejecimiento. Los alimentos ricos en vitamina E incluyen almendras, aguacates, avellanas, piñones y aceite de semillas de girasol y calabaza.
4. Incluir grasas saludables
Ciertas grasas actúan como humectantes naturales para la piel, manteniéndola flexible desde el interior y mejorando la elasticidad. Estas grasas incluyen las variedades monoinsaturadas y poliinsaturadas que se encuentran en los aguacates, las nueces y las semillas.
las fuentes alimentarias de una grasa poliinsaturada llamada ácidos grasos omega-3. Estos ácidos grasos son antiinflamatorios y pueden ayudar a aliviar afecciones de la piel como el eczema y la psoriasis. También forman los componentes básicos de una piel sana.
Puede encontrar ácidos grasos omega-3 en fuentes vegetales como la linaza, las semillas de chía, las nueces, aguacates, aceitunas.
5. Beba de seis a ocho vasos de agua al día.
La piel necesita humedad para mantenerse flexible. Incluso una deshidratación leve puede dejar la piel con un aspecto seco, cansado y ligeramente gris. Los expertos recomiendan beber de seis a ocho vasos de agua al día. Todos los líquidos cuentan para su cantidad diaria, pero lo mejor es el agua.
Si trabaja en una oficina, mantenga una botella grande de agua en su escritorio para recordarle que debe beber. Los tés de hierbas sin cafeína también son buenos. No olvides que algunas frutas y verduras, como la sandía, el calabacín y el pepino, también aportan líquidos; el beneficio añadido es que los minerales que contienen aumentarán el ritmo de hidratación de tu cuerpo y de tu piel.
6. No hagas dieta estricta
Perder y recuperar peso repetidamente pasará factura a tu piel, provocando flacidez, arrugas y estrías. Las dietas estrictas también suelen ser deficientes en vitaminas y minerales esenciales. Durante largos períodos de tiempo, este tipo de dieta se reflejará en tu piel.
Fumar y el consumo excesivo de alcohol son otros dos factores del estilo de vida que afectarán el aspecto de su piel